martes, 9 de agosto de 2011

EL PUNTO. LOS SIGNOS DE INTERROGACIÓN Y DE EXCLAMACIÓN



Se escribe punto (.) al final de cada oración. Después de punto siempre se escribe mayúscula.
Los signos de interrogación (¿…?) se escriben al principio y al final de una pregunta.
Los  signos de exclamación (¡…!) se escriben al principio y al final de una frase para expresar
alegría, miedo, sorpresa o dolor.
                                          1.- Escribe las preguntas que corresponden a estas respuestas
• Tengo nueve años
__________________________________________________________________________
• Juan vendrá mañana
__________________________________________________________________________
• El libro está encima de la mesa
__________________________________________________________________________
• Me gusta el helado de chocolate
__________________________________________________________________________

2.- Copia y completa con los signos de puntuación que faltan
* El médico me ha recetado un jarabe para la tos __
* __ Te apetece un vaso de leche con galletas __
* __ Qué bien lo hemos pasado __
* El oso polar vive en lugares muy fríos __

GUE, GUI, GÜE, GÜI, CE, CI, QUE, QUI


                                           


                                         1.- Completa estas palabras con las sílabas de arriba
_____llotina jerin_____lla pedi_____ño
_____reza ci_____ña desa_____
_____rra mala_____ño a_____ra
co_____na anti_____dad a_____llo
man_____ra pe_____ra _____ar
relampa_____ar len_____ta carni_____ro
dro_____ría _____rro _____mar
_____nicero hormi_____ro á_____do
_____ñar _____sar pe_____ño
para_____ro Pa_____to to_____no
sinver_____nza a_____lla pin_____no
po_____to bode_____ro _____mento


                                        2.- Completa y escribe una oración con cada pareja de palabras
_____llermo – jil_____ro: ____________________________________________________
Mi_____l – ho_____ra: ______________________________________________________
hi_____ra – á_____la: _______________________________________________________
meren_____ – _____ndilla: ___________________________________________________
_____rra – _____llotina: _____________________________________________________
_____nda – _____tarra: ______________________________________________________
ci_____ña – pin_____no: _____________________________________________________

ORTOGRAFÍA B o V


                                                                       
                                                Escribe una de estas las letras:  b - v
El  _alón  es una pelota que se utiliza para varios deportes.
El _alón  es el idioma de los valones, en Bélgica.
El _ario  es un metal blanco amarillento.
Lo diferente y diverso es _ario.
Unas cartas de la baraja española son los  _astos.
Los terrenos grandes y extensos son _astos.
La forma  _ate  es del verbo batir o dar golpes.
Un _ate es un adivino y un poeta.
El metal  _ario  se oxida rápidamente.
Un  _alón es un hombre que vive en la parte meridional belga.
Tengo más suerte con los oros que con los  _astos.
En las últimas Olimpiadas se  _atieron varios récords.
Ana tiene una falda de  _arios  colores.
Este futbolista maneja el _alón con maestría.
Roma llegó a dominar sobre  _astos territorios.
Ismael  _ate  o golpea la pelota.
Han terminado el servicio militar  _arios  soldados.
Los Reyes Magos me trajeron un  _alón  de reglamento.
Mi hermano ha cantado veinte en _astos  con los naipes o la baraja.
Las poesías del _ate  me gustan.
Estos niños son de origen  _ario.
El portero tiró el  _alón  fuera del campo.
Desde que abrieron la mina de _ario  han llegado muchos mineros.
El _alón  es un dialecto del antiguo francés.
El marqués tiene unas  _astas  extensiones de bosque.
Este señor es  _ate  o adivino.
Han venido extranjeros de origen _ario.
Juan está aprendiendo a hablar el  _alón.
En esta jugada mandan los _astos.
El delantero metió el  _alón en la portería.

Comprensión lectora


                                         


                                                  UN ENCUENTRO INESPERADO
No muy lejos de las tierras del Señor Moto y la señora Luma, más bien al este de África, vivía 
Cerote.
Cerote era un rinoceronte tranquilo y apacible. Como era herbívoro no necesitaba cazar. Y 
como era tan grande y tan fuerte nadie se atrevía a cazarlo a él. Por eso se llevaba bien con todos los 
animales.
La vida de Cerote habría transcurrido plácidamente de no ser por algunos seres humanos. La 
culpa la tenía su cuerno. Los seres humanos pensaban que su cuerno tenía poderes extraordinarios y 
lo perseguían para quitárselo. Cerote estaba harto de huir de los seres humanos.
De vez en cuando, Cerote pasaba cerca de la granja del señor Moto y la señora Luma y se 
detenía en lo alto de una colina para echar un vistazo.
Una mañana, el señor Moto se alejó un poco de su granja. De pronto, oyó un chasquido a sus 
espaldas. Volvió la cabeza y descubrió a escasos metros a Cerote, que no le quitaba la vista de 
encima.
El señor Moto comenzó a dar gritos para asustarlo: 
— ¡Eh, eh! ¡Largo de aquí, bicho enorme! ¡Eh, eh! ¡Fuera! ¡Vete de una vez!
Entonces Cerote, un poco molesto por los gritos, dio unos pasos hacia él y dijo:
— ¿Alguna vez me he comido yo una de tus gallinas?
— No –reconoció sorprendido el señor Moto.
— Entonces… ¿por qué me gritas de esa forma?
— Pues, no lo sé…  -reconoció el señor Moto-. Pero comprende que si un ser humano se 
encuentra de repente con un rinoceronte, reaccione como yo he reaccionado.
— Para mí no tiene nada de especial encontrarme con un rinoceronte.
El señor  Moto se fue calmando poco a poco, al comprobar que Cerote era un rinoceronte 
pacífico y dialogante.
— Pues… te pido disculpas por los gritos  –le dijo incluso-. Te aseguro que no era mi 
intención molestarte.
Entonces Cerote se atrevió a confesarle sus intenciones:
— La verdad es que no estoy aquí por casualidad. Llevaba un buen rato esperándote. Quería 
hablar contigo de un asunto, de algo que tal vez nos interese a los dos. Verás… yo… -a Cerote le 
costaba trabajar revelar sus pensamientos-. A mí… me gustaría… me gustaría vivir en tu granja.
— ¡Un rinoceronte en mi granja-ja-ja-ja!  –al señor Moto le dio un ataque de risa-. Un 
rinoceronte en una granja es… es… ¡imposible!

— Piénsalo bien, señor Moto –le dijo Cerote-. ¿Has visto alguna vez un león atacándome? ¿O 
las hienas rodeándome?
Después de pensarlo un instante, el señor Moto respondió:
— No, no lo he visto.
— Mi gran tamaño, mi aspecto huraño y este cuerno largo y afilado que tengo sobre la nariz 
causan mucho respeto.
— No lo dudo –dijo el señor Moto, fijando su vista en el cuerno.
— Pero, ¿aún no entiendes lo que quiero decirte? –se impacientó Cerote.
— Como no hables más claro…
— Yo cuidaré de tu granja día y noche.
Al oír estas palabras el señor Moto se quedó con la boca abierta.
ALFREDO GÓMEZ CERDÁ
Cerote, el rey del gallinero. Ediciones SM




                                                            COMPRENSIÓN LECTORA
1.- Piensa y contesta
• ¿Dónde sucede la historia?
• ¿Quiénes son los protagonistas?
• ¿Qué problema tiene Cerote?
• ¿Dónde le gustaría vivir a Cerote?

2.- Explica por qué cree Cerote que puede ser un buen guardián de la granja del señor Moto. 
¿Estás de acuerdo con él? ¿Por qué?

3.- Escribe el significado correcto de la expresión “el señor Moto se quedó con la boca 
abierta”.
• Con sueño
• Muy hambriento
• Muy sorprendido

4.- En  el texto se dice que Cerote es un rinoceronte dialogante. ¿Por qué? Piensa en cómo 
reacciona cuando le grita el señor Moto.

5.- Escribe dos razones por las que crees que Cerote quiere vivir en la granja del señor Moto.

6.- ¿Qué harías tú en el lugar del señor Moto? ¿Dejarías a Cerote ser el guardián de tu 
granja? Escribe dos razones por las que sí le dejarías y otras dos por las que no.



ADIVINANZAS con solución


Ordena y sabrás la respuesta

Blanca por dentro,
verde por fuera.
Si quieres que te lo diga
espera.
                                                                       erap al

Alta como un pino,
verde como un lino,
con las hojas anchas
y el fruto amarillo.
La platanera

Oro parece,
plata no es,
el que no lo sepa
un tonto es.
                                                     lapnota

Blanquita soy,
hija del mar;
en tu bautizo,
tuve que estar.
                                                           las  al